domingo, 5 de octubre de 2008

4.- 10 años de gobierno de las FF.AA., y de Orden. 1983.


En los próximos años, si los mercados financieros internacionales vuelven a su normalidad con tasas de interés moderadas y flujos de créditos hacia los países en desarrollo, la economía chilena puede aspirar a una tasa de crecimiento sostenido, en niveles que podrían fluctuar entre el 5% y el 6%. Para alcanzar este crecimiento, especialmente importancia habrán de tener las exportaciones, cuyo aumento estimado en un 75% para fines de la década, debe permitir la obtención de saldos favorables en las cuentas internacionales, requeridos para el cumplimiento de los compromisos externos. Igualmente, la estabilidad relativa en el nivel de los precios habrá de ser siempre una preocupación de la Autoridad, en el convencimiento de que los fenómenos inflacionarios constituyen un flagelo para los sectores más modestos de la población.

El crecimiento que estimularemos para la economía nacional podrá alcanzarse con un esfuerzo importante del ahorro interno, que deberá ser superior a su tasa histórica. Asimismo, el uso del crédito externo será orientado principalmente al financiamiento de proyectos que promuevan las exportaciones y la sustitución de importaciones.
La inversión requerida deberá contar igualmente con un flujo de capital externo, y para ello mantendremos la estabilidad de normas, que es el elemento indispensable para estimular la llegada de esa inversión extranjera al país.

En esa dirección, la reforma tributaria en trámite legislativo constituye una forma eficaz de motivar el proceso de ahorro, tanto a nivel de los consumidores como también de las empresas productoras.
La inversión y crecimiento en que estamos empeñados deberá permitir que la economía nacional sea capaz de dar ocupación productiva al aumento normal que experimente la fuerza de trabajo.

Las metas antes señaladas podrán alcanzarse en la medida que la libre voluntad de consumidores y productores defina la orientación de los recursos productivos, en un marco de apertura a la competencia internacional; de un rol subsidiario del Estado y de una normativa impersonal que permita que la economía se oriente al binestar de todos los consumidores.

Dadas esas condiciones, Chile puede esperar que su régimen económico, fundado en el espíritu creativo de la iniciativa privada, alcance la legítima prosperidad, en una sociedad que hace suyos los valores permanentes de la libertad y de la justicia.

Junto a las proyecciones económicas y sociales, debo dar a conocer también algunas materias que constituyen importantes pasos en la institucionalidad que estamos creando.
Al cumplir 10 años desde el Pronunciamiento Militar, y al iniciar una nueva fase decisiva para completar y consolidar la Nueva Institucionalidad, el Gobierno se encuentra empeñado en ampliar la participación ciudadana y en normalizar todos los campos de la vida nacional hasta alcanzar la plena democracia.

Confío en que la posibilidad que se ha reconocido a personeros de oposición para participar e intervenir en la tarea del Consejo de Estado, a fin de elaborar las leyes de carácter político, sera acogida con patriotismo y altura de miras.
Asimismo, para la elaboración de esas leyes, el Gobierno pedirá la colaboración de personalidades de cada una de las Regiones del país.
Con respecto al receso político, la norma constitucional pertinente prohíbe la actividad político-partidista, mientras no entre en vigencia la Ley relativa a los partidos políticos, a la que el Gobierno atribuye gran importancia.
Lo anterior, sin embargo, no excluye el desarrrollo de las ideas políticas y el debate en torno a las mismas, que debe entenderse como una etapa previa, necesaria a la existencia de la actividad política.
Quienes se han caracterizado por desarrollar una actividad política honesta honesta y responsable movidos sólo por el interés de servir a Chile. siempre han merecido el respeto y el reconocimiento del Gobierno.
A ellos los llamo hoy a valorar con objetividad lo que hace el Gobierno por promover um sitema político serio y consciente de su función esencial, y a entregar su experiencia en esta tarea.

Con este mismo propósito de continuar avanzando, el Gobierno ha decido poner pronto en marcha los Consejos de Desarrollo Comunal y los Consejos Regionales de Desarrollo, conforme se han concebido en la Constitución Política, haciendo una realidad la participación en la base ciudadana.
Asimismo, se ha dispuesto el estudio para constituir un Consejo Económico-Social, con el fin de establecer un efectivo mecanismo de participación ciudadana, donde concurran sectores laborales, empresariales y de Gobierno, los que en conjunto considerarán aquellas materias trascendentes que incidan en cada uno de estos sectores.
Continúa



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