jueves, 18 de septiembre de 2008

Chile: Augusto Pinochet durante el gobierno de Allende.


Tras el triste intento de secuestro que culmino equivocadamente con la muerte del comandante René Schneider por sectores vinculados a la CIA estadounidense para evitar la llegada al gobierno de Salvador Allende, el general Carlos Prats fue designado al mando de la comandancia en jefe del Ejército de Chile. Con Carlos Prats, el generalPinochet llegaría a establecer una relación muy cercana. Prats lo consideraba un soldado ciento por ciento, apolítico y profesional, por lo que fue uno de sus más
 cercanos colaboradores, siendo considerado por sus cercanos como el segundo del general Prats.[6]

Fidel Castro visitó Chile durante veintitrés días a partir de noviembre de 1971 y el general Pinochet fue designado como representante del ejército durante la prolongada visita del dictador cubano.
En enero de 1972 fue jefe del estado mayor del ejército, que era el segundo cargo en importancia en la institución.[7] La oposición al gobierno de la Unidad Popular, más los propios desaciertos de éste, condujeron a una extrema polarización política de la sociedad, también dada por el auge del comunismo de la época, llegando a su punto culminante en 1973.
El general Prats apoyaba la legalidad constitucional
 (?), y por lo tanto sostenía al gobierno de Salvador Allende(sic).
Pero esa opinión no era compartida por muchos militares, desarrollándose el 29 de junio el llamado «tanquetazo», protagonizado por el Regimiento Blindado N° 2, al mando del coronel Roberto Souper. Este intento de sublevación fue sofocado por el general Prats y sus generales más cercanos, Pickering, Sepúlveda y Pinochet.[8]

El 21 de agosto una manifestación de esposas de generales se inició frente a la casa del general Prats, a la que llegaron también varios oficiales de civil a protestar contra él. Fue insultado y apedreado, y al deshacer la manifestación Carabineros, ésta se volvió a organizar.
Llegaron al lugar Pinochet, Allende y sus ministros. Todos fueron abucheados. Deprimido y desilusionado, el general Prats pidió, primero por intermedio del general Pinochet, luego directamente, que los generales reafirmen su lealtad hacia él; como sólo unos pocos lo hicieron, resolvió renunciar a la comandancia en jefe.

Para su sucesión, el comandante le recomendó al preside
nte al general Pinochet, decisión que fue aceptada por el mandatario.
Para ese entonces, las medidas del gobierno de la Unidad Popular había provocado la polarización del país en partidarios y opositores, siendo declarado el «grave quebrantamiento del orden constitucional y legal de la República» por el acuerdo de la Cámara de Diputados del 22 de agosto de 1973

El día 23, a las 17:00 h, se reunieron el presidente Allende, los generales Prats y Pinochet en el Palacio de La Moneda. Al finalizar ésta, el general Pinochet fue nombrado comandante en jefe.
Para esa fecha, varios miembros de las Fuerzas Armadas preparaban un un pronunciamiento militar .
Los líderes del movimiento eran el comandante de la Fuerza Aérea Gustavo Leigh y el vicealmirante José Toribio Merino, este último amigo de la infancia del general Pinochet.

El movimiento militar tenía como base los planes de contrainsurgencia, para el caso de que una subversión sobrepasase a las fuerzas de orden (Carabineros). Este plan consistía en que el país estaba dividido en diferentes secciones, y para cada una se establecía un plan para actuar contra la posible insurgencia. Este plan sería la base prima para los golpistas, que sólo tuvieron que adaptarlo a las nuevas circunstancias.

El problema central en el momento era el Ejército, pues si bien la mayoría de los generales prestaban su apoyo, el tanquetazo demostró que era necesario el apoyo del comandante en jefe del ejército, y nadie sabía con certeza cuál era el pensamiento del general Pinochet, pues jamás se le había visto inclinación política (excepto el tradicional anticomunismo de guerra fria).
El 7 de septiembre los generales fijaron la fecha del pronunciamiento para ese mes, el 19 de septiembre era la fecha propicia, pues en Chile se celebran las glorias del ejército, y éste se halla concentrado en Santiago.

Al día siguiente fue enviado el general Arellano para hablar con el general Pinochet, quien al enterarse de la situación manifestó su descontento con el Gobierno, mas no declaró su apoyo inmediato al pronunciamiento.
La mañana del 9 de septiembre el presidente Allende se reunió con el comandante en jefe y otros generales para tratar asuntos que consideraba importantes respecto de la situación del país. En aquella oportunidad se dice que el presidente Allende comento con el general Pinochet, la "posibilidad" de llamar a un plesbicito, como fórmula para salir de la situación que enfrentaba el país.[9]
No obstante fue un discurso de Carlos Altamirano, ese mismo día 9 de septiembre por la tarde lo que precipitaría los acontecimientos. Este hecho adelantó la fecha del pronunciamiento para el 11 de septiembre a las 6:30 en Valparaíso (8:30 en el resto del país).
El 9 de septiembre fue la última vez que se vieron los dos protagonistas de aquel hecho histórico. Ése mismo día. También ese mismo día el general Pinochet se reunió con el general de la Fuerza Aérea Gustavo Leigh, el contralmirante Sergio Huidobro y el capitán de navío Ariel González con el fin de dar a conocer la posición del ejército.
Finalmente, el general Pinochet se sumó al movimiento militar.[10] A partir de ese instante el general Pinochet se hizo inubicable para el gobierno y envió a su familia a un recinto militar a modo de protección .
Documento: Wikipedia

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